Sálvese Usted Mismo!

miércoles, 21 de marzo de 2007

Ganas de vivir.


Hace un año estuve a punto de morir.

Fue un día normal, como lo puede ser cualquier otro. Será por eso que no recuerdo ni siquiera el mes, menos el día. Será por eso que no era un buen día para morirme.

No recuerdo tampoco que hice ese día. Lo único que recuerdo es que era sábado, y estaba alguien más en mi casa, además de quienes aquí vivimos. Fue poco después del medio día, justo después de la comida. Además acababa de tener una fuerte gripa días atrás, y aún tenía los no muy gratos restos de ella, unas vías respiratorias sumamente congestionadas de flema verde, de esa bien castrante y que hasta parece que cuando uno escupe, dirán "papá", mientras se mueven misteriosamente, cual si hubieran salido de alguna película de Lynch.

Días atrás alguien (me cae que no fui yo) había tenido una peda genérica en la casa, esto es, una o más granaditas de mezcal barato (dosis concentradas del famosísimo virus T, del cual no he hablado a fondo, por cierto), y una botella tamaño rotoplás de BigCola. La botella en cuestión aún permanecía en la barra de la cocina, y todavía le quedaba algo de "refresco" (si se le puede llamar así).

Por ocioso y por wevón, empecé a tomar directo de la botella (escena grotesca, por demás.. imagínense a este apuesto muchachón empinándose tamaño tinaco de porquería), mientras hacíamos la sobremesa sentados cómodamente en los sillones de la sala.

Quizo la casualidá' que alguien dijera una tontería en el momento exacto, y aunque mi refinado sentido del humor no se presta a que me ría de cuanta babosada oiga a mi alrededor, no pude evitar soltar una pequeña risita, sin dejar de ser varonil. No debí haberlo hecho. Las aguas negras y malignas que estaba consumiendo justo en ese segundo, conspiraron para "irse por el camino viejo" (así decía mi madre cuando yo era pequeño, para referirse al error mecánico de la epiglotis cuando dejaba pasar alimentos o líquidos por conductos aéreos, osea, cuando alguien se ahogaba, incultos), y como resultado, comencé a toser feo, muy feo.

Como suele pasar en dichas situaciones, tuve el reflejo de escupir lo que había tragado, no sin antes correr decorosa y varonilmente al patio, para evitar que alguien me viera haciendo dicha escenita y pensara "ah, qué marica salió". No es bonito que alguien vea que a uno le sale refresco hasta por la nariz, no señor. Una vez que escupo lo que puedo, y sale el suficiente refresco por la nariz (situación sumamente desagradable, por aquello del gas, you know), me doy cuenta de que seguía tosiendo, y mi capacidad respiratoria disminuía.


Masio - Oye.. durante estos 4 segundos que me han parecido eternos, casualmente he notado que conforme sigo tosiendo, se me dificulta más respirar. ¿Qué crees que esté pasando?

Cuerpo de Masio - ¿No lo has notado aún? Por culpa de la pinche BigCola se te atoraron las flemas en la garganta, y eso está obstruyendo el aire. Por cierto, si recuerdas lo que alguna vez te enseñaron de pequeño, el cuerpo humano necesita cierta cantidad de aire circulando, osea, que respires. Si no es así, me jodo yo, y te jodes tú.

Masio - Uh, ok. Gracias por recordarme. Por cierto, nadie ha venido a ver cómo estoy aún, a pesar de que sigo tosiendo, y me oyen perfectamente. Así como yo puedo oírlos como se siguen riendo de mí. Malditos. Pero ya verán, cuando deje de toser, les diré lo que pueden hacer con su dedo y..

Cuerpo de Masio - ..sugeriría que dejaras de pensar en posibles frases preelaboradas para ofenderlos, y te ocuparas de este asunto. Curiosamente he comenzado a sentirme un poco más raro y débil que de costumbre, lo cual confirma la hipótesis de la necesidad de oxígeno. Además de que siento algo raro.. como..

Masio - ¿Desesperación? Sí, es raro. Yo también comienzo a sentirla. Bien, creo que lo menos recomendable es dejarnos llevar por eso, no ayudaría mucho que digamos. Hay que pensar en que puedo hacer para dejar de toser, porque ya me cansé, y esos estertores de respiración obstruida no suenan bonito. Recuerda Masio, cuando alguien trae atorado algo en el cogote, qué se hace? La maniobra de.. de qué?

Cuerpo de Masio - Hemlich, o algo así. Creo que lo de menos es recordar el nombre, lo ideal sería que supieras cómo hacerla.

Masio - Sí, es fácil. Uno sólo tiene que poner el pecho contra una silla, y oprimir varias veces violentamente. Para eso, obvio, me tendrás que ayudar.

Cuerpo de Masio - Con mucho gusto lo haría. Pero.. no has considerado que eso se utiliza para cuerpos un poco más sólidos? No flemas. Como información extra, quizá serviría comentar que dichas flemas son tan viscosas, además de verdes, que dudo que servirían unos simples golpes.

Masio - Sí, creo que tienes razón. Entonces, considerando que aún no he parado de toser, aunado a los estertores cada vez más fuertes y desagradables, y la progresiva ausencia de oxígeno en mi cerebro (¿será por eso que no fui lo suficientemente astuto como para darme cuenta de eso?), comienzo a desesperarme más feo. Porque en este momento nomás no se me ocurre cómo carajos sacar la flemota que debe estar atorada.

Cuerpo de Masio - No, a mí tampoco. Recuerda, soy tu cuerpo, no razono. Aunque extrañamente lo he hecho a lo largo de este diálogo. Yo también estoy sumamente desesperado, y me duele la garganta de tanto toser, además de que comienzo a sentir los pulmones como globos desinflados. Es feo. Sinceramente, creo que aquí nos separamos. Fue un placer compartir estos 20 años contigo, eres a toda madre.

Masio - Sí, tu también. Nunca pensé Que este momento fuera a llegar tan pronto.

Cuerpo de Masio - Así es esto. Y no traía garantía. Por lo menos, espero que disfrutes el proceso de separación, y las posibles alucinaciones que tendrás. Suerte en tu viaje, yo me quedaré aquí a echarme a perder.

Masio - Vale. Aunque.. estoy muy desesperado, pero ya me estoy resignando. Ya veremos si es cierto de que toda la vida pasa ante los ojos, lo único que me ha sucedido es este extraño diálogo contigo en tan poco tiempo.

Cuerpo de Masio - Si, fue extraño. Recuerda que uno pierde la noción de muchas cosas cuando muere. Esperemos que nos recuerden como héroes. Procuraré caer de forma decorosa y varonil.

Masio - Gracias. Sí, nos recordarán como hé.. Espera! No chingues, nos vamos a morir por un maldito trago de BigCola? Si por lo menos fuera cerveza, o agua de horchata, una cebada del Indio, un licuado multivitamínico y proteínico, ya de perdis un KoolAid. Pero BigCola? No! NONONONO! Imagínate los periódicos: "Joven descuidado muere ahogado por refresco de marca genérica". Imagínate el Alarma!: "Atragantóse con BigCola! Cayó desplomado en un charco de refresco y flemas!". Y la foto con refresco escurriendo de la nariz! Esta no es una muerte decorosa, yo no puedo morir así!

Cuerpo de Masio - Tienes toda la razón. No podemos darnos por vencidos tan fácil.


Y fue así como, después de interminables segundo de agonía, y a punto de ver el haz de luz que me llevaría directo al paraíso de placeres inimaginables, comencé a escupir lenta y dolorosamente aquello que obstruía mi querida garganta. Por decencia, censuré en el relato la descripción de la escena, pues resultaría sumamente desagradable, y a veces soy lo suficientemente considerado.


Maldita BigCola, me puso al borde de la muerte, e irónicamente, me salvó. Se haber sido cerveza, ustedes no estarían leyendo esto.

Jamás confíen en algo que ofrezca más de 3 litros, por tan poco dinero.

5 comentarios:

Unknown dijo...

hahah no mames neta que si

que verguenza morir asi

prefiero que me atropelle un huizaches 8-) hahaha



saludos!! buena historia ^^

Anónimo dijo...

Cierto,.... de marca genèrica es aun mas patetico, no quiero pensar que ubiera hecho un "viva la villa".

Garnacher dijo...

... y colon.

J. Me encantas.

Valeria dijo...

Tsssss... qué cabrón, ya decía yo que esa madre tenía algo, quizás sea el gas que es como vizcoso, iagh!!

Azrael dijo...

Y eso no es nada, acá venden BigCola de 3.300 litros.
Tengan miedo.... Mucho miedo....