Sálvese Usted Mismo!

miércoles, 5 de marzo de 2008

Licuadora

Nunca lo había notado, hasta hoy que salí por la mañana al patio por unos calcetines que estaban en el tendedero. Todos los días, alrededor de las 6 de la mañana, en el departamento de arriba, una mamá anónima le prepara alguna especie de licuado a sus críos. El sonido es muy característico, y después de 4 años casi justos de vivir en el mismo depa (lo cual implica un considerable número de días de despertarme temprano y salir al patio por calcetines, aún a pesar de que soy medio huevón), apenas esta mañana tuve plena consciencia de esta situación. Lo cual me transportó inevitablemente a la casa de mis papás, la insistencia de mi mamá para que me despertara, el uniforme escolar, los ojos lagañosos, el característico sonido, y ese olor tan penetrante de esa bebida no-rica para adultos, que tomaban para despertar.

No soporto que la cafetera se quede prendida justo después de que el café termina de colarse.
Hace mucho que no tomo licuados.
Y lo que no me gusta de vivir con dos hombres, es que el baño siempre está hecho un asco.


Y aún tengo sueño.